En un partido en el que no se pudieron disimular las obligaciones y los nervios, River modificó su estructura, con Rogelio Funes Mori como único atacante, porque Pavone y Caruso quedaron relegados en el banco de los suplentes.
Y la primera acción de peligro fue favorable a River, porque en un tiro de esquina ejecutado por Mauro Díaz, Funes Mori le ganó a su marcador en el salto y su cabezazo mandó el balón muy cerca del palo izquierdo defendido por Olave.
Belgrano contestó dos minutos después también con una acción de pelota parada, porque César Mansanelli ejecutó un tiro libre directo al arco y Juan Pablo Carrizo alcanzó a rechazar con los puños.
A Belgrano le costó tomar el control del partido, porque la presión de River en el medio les quitó claridad a los movimientos de Maldonado y Mansanelli para poder habilitar a Vázquez y a César Pereyra.
De todas maneras, de a poco el local fue avanzando sobre el terreno de River y a los 19 minutos Vázquez habilitó a Pereyra, quien quedó cara a cara con Carrizo, pero desde una posición incómoda, y por eso el duelo fue para el arquero.
River apostó decididamente a sus virtudes del juego aéreo y a los 21 minutos comprometió la seguridad de Olave con un cabezazo del paraguayo Adalberto Román.
Hasta que llegó la actitud infantil de Román, que tocó el balón con la mano dentro de su propia área y a los 25 minutos César Mansanelli cambió el penal por gol, para establecer el 1 a 0 para Belgrano.
En esa etapa, ante la falta de juego River sólo llegó con jugadas de laboratorio y obligó a dos grandes intervenciones de Olave a través de tiros libres de Lamela y Mauro Díaz.
En el complemento, Juan José López mandó a Leandro Caruso a la cancha, en lugar de Mauro Díaz, para darle otra compañía en el ataque de River al mendocino Funes Mori.
Pero el Pirata volvió a darle un cachetazo a River a través de una acción de laboratorio, porque en un córner, Lollo la bajó de cabeza y Pereyra se anticipó a Carrizo para poner el 2 a 0.
Tras ello sucedió lo inesperado, porque media docena de hinchas de River ingresó al terreno de juego a insultar e increpar a sus jugadores, algo que obligó a que el encuentro estuviera interrumpido 20 minutos.
En el tramo final del encuentro, River, sin ideas, buscó revertir la historia, pero chocó con su propia impotencia y eso facilitó la tarea de Belgrano, que se quedó con el festejo del partido de ida de la promoción.
Esta serie de promoción se resolverá el domingo, en el partido de vuelta desde las 15 en el Monumental, con ventaja deportiva para River (si empata en puntos y en diferencia de goles), el equipo de primera.